
Cuando Mosquera ratificó públicamente su compromiso con el Deportivo, a pesar del doloroso descenso, la inmensa mayoría le consideró titular indiscutible incluso antes de comenzar la temporada. Su gran oportunidad de reconstrucción y de dejar atrás la espiral de irregularidad que le había consumido durante dos años y medio por fin estaba ahí. Natxo González, sin embargo, jamás etiquetó a Mosquera como un fijo mientras duró su estancia en A Coruña. Con él solo salió al campo en catorce partidos de Liga de los 33 que dirigió. Había pasado de teórico titular indiscutible a uno de los centrocampistas puros menos utilizados de la plantilla, solo por delante, por ejemplo, de un Krohn-Dehli sin continuidad por las expulsiones y las lesiones. Este nunca fue el motivo del poco protagonismo del coruñés, ya que por problemas físicos solo se perdió la visita del Nàstic a Riazor. Incluso Carles Gil, que abandonó el Deportivo en enero, registró más minutos en Liga que él durante la totalidad de la etapa de Natxo González. En los últimos compases del vasco al frente del equipo, Mosquera directamente desapareció de las convocatorias.
ORDEN DE PROTAGONISMO DE LOS CENTROCAMPISTAS DURANTE LA ETAPA DE NATXO GONZÁLEZ (SIN VÍTOR SILVA)
- Álex Bergantiños: 2.061 minutos en 27 partidos (25 como titular, 3 como suplente).
- Vicente Gómez: 1.920 minutos en 25 partidos (22 como titular, 3 como suplente).
- Edu Expósito: 1.776 minutos en 26 partidos (20 como titular, 6 como suplente).
- Didier Moreno: 1.038 minutos en 19 partidos (11 como titular, 8 como suplente).
- Carles Gil: 957 minutos en 18 partidos (12 como titular, 6 como suplente).
- PEDRO MOSQUERA: 903 minutos en 14 partidos (11 como titular, 3 como suplente).
- Michael Krohn-Dehli: 821 minutos en 14 partidos (8 como titular, 6 como suplente).
Es por eso que la llegada de Martí supone para Mosquera un aire fresco que pocas veces ha respirado a lo largo del año. El balear rescató al gallego de la grada en la que le instaló recientemente Natxo González, y lo plantó directamente de titular en su primer partido como técnico del Deportivo. A pesar de la derrota, el mismo Mosquera admite haberse sentido muy cómodo con su papel en Pamplona: “Estuve muy cómodo. Me siento con más libertad para recibir el balón en los sitios que a mí me gustan, y eso me favorece”. El sistema utilizado en el partido de Pamplona, un 4-4-2 clásico marcado por la presencia de un doble pivote ya anunciado por Martí en su presentación, permitió a Mosquera instalarse en el centro protegido por el siempre ingrato trabajo defensivo de Álex Bergantiños. Pudo centrarse en lo que mejor sabe hacer: manejar el balón y ayudar a los centrales en su salida desde la zona de zagueros. De ahí vino buena parte del buen fútbol del Deportivo en la primera parte de El Sadar, antes de la debacle de después del descanso.
Incluso Carles Gil, que abandonó el Deportivo en enero, registra más minutos que Mosquera durante la totalidad de la etapa de Natxo González
Ahora la misión de Martí es dar continuidad a las buenas sensaciones de esos treinta minutos iniciales, en los que Mosquera fue clave para otorgar equilibrio y tranquilidad al equipo. Todo con el objetivo de conseguir la tan ansiada victoria: “Hay que ganar como sea, el grupo está concienciado y estamos todos a una. Hay que convencer a la afición para que vuelva a ilusionarse. Vamos a intentar alargar en el tiempo la primera media hora del otro día, con intensidad y apretando arriba. Si conseguimos eso, y lo mantenemos durante más minutos, el partido será nuestro”.
