El elegido es Josep Lluís Martí

Josep Lluís Martí (Palma de Mallorca, 1975) es el elegido para sacar al Deportivo a flote. Carmelo del Pozo confía en él tras prescindir de Natxo González, el acuerdo está cerrado y se sustanciará este lunes después de que el técnico diera su palabra, ya que también fue tanteado por el Málaga como posible recambio de Muñiz, en la cuerda floja. El exjugador de Mallorca o Sevilla comenzó su carrera en los banquillos profesionales en noviembre de 2015 haciéndose cargo del Tenerife, con el que se quedó a un gol de ascender en 2017. Hasta el momento ha dirigido 98 partidos de Segunda División, con un bagaje de 34 victorias, 39 empates y 25 derrotas. Ahora Martí deberá recuperar el rendimiento y la confianza de una plantilla como la del Deportivo, sumergida en el problema futbolístico y mental que la engulle desde que comenzó 2019.

Pep Lluís Martí fue reclutado por el equipo canario para salvar al equipo en la temporada 15-16, a pesar de no tener experiencia en los banquillos profesionales. Sí había jugado al fútbol, y durante mucho tiempo. Cuando el Tenerife contactó con él, Martí solo llevaba seis meses retirado. Tenía “las botas calientes”, como bien dijo el presidente del club en su presentación. El exjugador de Mallorca o Sevilla tuvo que afrontar un duro bautismo, porque no se encontró una situación sencilla. El balear aterrizó en las Islas Canarias con los tinerfeños inmersos en los puestos de descenso a 2ºB, y su llegada fue un soplo de aire fresco. Ya había defendido al ‘Tete’ como jugador. Incluso fue uno de los principales artífices de su ascenso en 2001, pero ahora tocaba dar la cara desde el área técnica. Martí adaptó su amplia experiencia en los campos de juego a los banquillos, y utilizó los conocimientos adquiridos de sus anteriores entrenadores, entre ellos Rafa Benítez, por el que siente veneración. A pesar de su inexperiencia, Martí aupó al Tenerife al 13º puesto.

El Tenerife recompensó su rendimiento con la renovación, y el balear agradeció el gesto exprimiendo a sus jugadores al máximo. Durante la temporada 16-17 convirtió en el cuarto mejor de la categoría a un equipo que ni de lejos partía como favorito para serlo, un honor que les permitió clasificarse para la promoción de ascenso. Vencieron al Cádiz en la semifinal, pero el Getafe de Pepe Bordalás les impidió completar aquel sueño. Solo un gol más ante los azulones habría plasmado un ascenso histórico. No tuvo tanta suerte en el siguiente curso, cuando fue destituido tras dejar 13º al Tenerife después de 25 jornadas, pero se marchó agradecido: “El Tenerife me dio una oportunidad única”. No ha vuelto a dirigir desde entonces.

Pep Martí es un técnico amigo de la presión alta, un doble pivote de esfuerzo y transiciones rápidas en ataque. En el Tenerife manejó varios sistemas de juego. Su reto pasa por revertir la situación del Deportivo y lograr rendimiento inmediato para que los coruñeses logren, al menos, clasificarse para una promoción de ascenso que ya peligra. El Dépor ya tiene los mismos puntos que el Mallorca, sexto clasificado, con la opción de que el Cádiz le supere en la tabla si este lunes gana al Zaragoza.