Qué montaña rusa de emociones para los interesados. Qué espectáculo futbolístico para los neutrales. Riazor acogió un partido de esos que se agencian pequeños huecos de la memoria, más que digno de una eliminatoria con tanto en juego. Se lo llevó el Deportivo más heroico que A Coruña ha visto en mucho tiempo (4-2), tras una demostración impresionante de fe y perseverancia que deberá hacer valer el sábado en La Rosaleda de Málaga. También de adaptación a las circunstancias por parte de José Luís Martí, que supo corregir perfectamente los errores que obligaron al Deportivo a contraponerse a dos goles en contra. Entrenador, jugadores y sobre todo afición hechos uno para remontar lo que parecía irremontable.
Más mérito cobra lo sucedido en Riazor teniendo en cuenta cómo empezaron las cosas para el Dépor. Primero por las bajas de última hora que se encontró, concentradas en Pablo Marí, Eneko Bóveda y un Quique que no llegó a tiempo para ser titular. Era el momento de la verdad para Simón, pero sobre todo para un Somma relegado durante la temporada a tercer central. Cumplió. Segundo, por la propuesta visitante durante los primeros instantes de partido. El Málaga sorprendió a los allí presentes con una salida al campo en la que se mostró muy cómodo con el balón, protagonizando posesiones largas que por un momento convirtieron a los de Martí en once espectadores más de los 24.000 allí presentes. Imprecisos y quizás amedrentados, los coruñeses comenzaron el choque clave del año con infinidad de problemas.
Solo faltaba el gol del Málaga, que llegó. Una mano de Somma en una jugada embarullada provocó un saque lejano de falta sacado en corto, una pelota que llegó a Ontiveros y un remate al fondo de Luis Hernández. La peor noticia posible. ¿Querían reacción? También la hubo, porque tres minutos después el Deportivo logró provocar un penalti. El encargado de transformarlo fue Carlos Fernández, el mismo que tomó la responsabilidad de lanzar aquel de Mallorca. El Dépor estaba espoleado, pero las malas noticias volvieron a llegar. Javi Ontiveros, el jugador más destacado del Málaga, recibió sin casi oposición cuando restaban diez minutos para el descanso y golpeó un balón potente y seco que se coló en la portería de Dani Giménez. Dos goles en contra recibidos en campo propio en 45 minutos. Urgía hacer algo.
Martí cambió el sistema tras el descanso y maniató al Málaga
Los once de blanquiazul volvieron al campo en la reanudación, pero ya no formaban el 4-4-2 característico de Martí. El balear optó por otorgar más control al centro del campo para corregir el que no había existido en la primera mitad, así que colocó a Carlos Fernández como única referencia ofensiva y cubrió con más efectivos la medular. Funcionó, y con creces. El Deportivo recuperó la batuta de una eliminatoria que tenía casi perdida, y comenzó a enfilar puñetazos a la mandíbula uno tras otro. El primero fue de Pedro Sánchez a los diez minutos de la segunda parte, con un excelente zurdazo de primeras que sorprendió a Munir. Seis después, un excelso Fede Cartabia se inventó un pase de chistera en forma de globo para que Carlos completara su doblete. 3-2. En cosa de un suspiro, el Dépor estaba más que vivo y el deportivismo en un estado de euforia tan inesperado como placentero. Crónica aparte merece, además, el partido de Edu Expósito. Riazor vibró como no había vibrado en mucho tiempo, y llevó al equipo en hombros cuando parecía que le empezaba a fallar el físico. La locura, si no la había ya, llegó con un nuevo gol de Borja Valle que plasmó el 4-2 a la postre definitivo y una segunda parte absolutamente perfecta en los tres elementos del Deportivo allí presentes: entrenador, jugadores y afición. La misión pasa ahora por aprovechar esa ventaja de sangre y sudor en la visita a Málaga. Será el sábado a las nueve de la noche, y nada sencillo.
FICHA TÉCNICA
Deportivo: Dani Giménez; David Simón, Domingos Duarte, Michele Somma, Saúl García; Álex Bergantiños, Edu Expósito, Fede Cartabia (Diego Caballo, min. 81), Pedro Sánchez (Nahuel, min. 69); Carlos Fernández, Borja Valle (Vicente Gómez, min. 85).
Málaga: Munir; Iván Rodríguez, Luis Hernández, Pau Torres (Diego González, min. 80), Fede Ricca; Boulahroud (Erik Morán, min. 66), Keidi Bare, Renato Santos, Adrián González, (Dani Pacheco, min. 66), Ontiveros, Blanco Leschuk.
Goles: 0-1 (Luis Hernández, min. 18). 1-1 (Carlos Fernández p., min. 21). 1-2 (Ontiveros, min. 37). 2-2 (Pedro Sánchez, min. 56). 3-2 (Carlos Fernández, min. 63). 4-2. (Borja Valle, min. 78).
Árbitro: Soto Grado, riojano. Mostró tarjeta amarilla a Pedro Sánchez en el Deportivo. Por el Málaga la vieron Iván Rodríguez, Keidi y Ontiveros.
Incidencias: Partido correspondiente a la ida de la semifinal de la promoción de ascenso a Primera División. Riazor, 24.200 espectadores.
