Resulta complicado no ser invadido por la sensación de que en vez de 48 puntos podrían ser 52. El Deportivo visitaba Málaga con el objetivo de no cometer los mismos errores del pasado, pero volvió a verse incapaz de plasmar una efectividad que bien pudo dar un resultado de auténtico oro. No fue así. Los de Muñiz y los de Natxo González firmaron tablas (0-0) en un duelo marcado desde hace semanas en los calendarios de los dos equipos, y el Málaga puso toda la carne en el asador para que se convirtiera en uno de esos partidos de caldera. Como si esos 90 minutos decidieran definitivamente el ascenso.
La Rosaleda estaba preparada para una batalla y recibió con honores a sus guerreros, que en la primera mitad chocaron de lleno contra los del Deportivo. El respeto mutuo fue evidente, y las ocasiones escasas. Si alguien pudo irse al descanso con ventaja fue el equipo coruñés, que antes del punto y seguido trenzó una buena jugada combinativa para dejar a Borja Valle con una clara posibilidad de remate. Tras el defectuoso resultado de su definición vino la respuesta local, que acabó con polémica: una mano de David Simón claramente pegada a su cuerpo fue inteligentemente utilizada para echar al respetable encima del colegiado. La queja resultó aparatosa, pero no tuvo más resultado que la amonestación a Federico Ricca por protestar de forma inadecuada.
Sí sirvió, sin embargo, para activar todavía más a los 22.000 aficionados allí presentes. El Málaga aprovechó el arreón del público nada más comenzar la reanudación, con una salida en tromba que anuló al Dépor durante diez minutos. Blanco Leschuk tuvo la oportunidad de poner fin a su sequía goleadora en un mano a mano producto de una horrible salida de balón del Deportivo, pero al argentino le pudo la ansiedad. Envió el balón al cuerpo de Dani Giménez, que en la continuación de la jugada tuvo que volver a intervenir para detener un potente disparo raso de Pacheco.
El partido del respeto se estaba rompiendo poco a poco, y el Dépor puso de su parte para que así ocurriera. Los de Natxo González respondieron a la subida de marcha local con una serie de acercamientos al área que en varias ocasiones pudieron terminar en gol. Primero lo intentó la bota derecha de Fede Cartabia, que notó la incomodidad de no poder resolver con la zurda una buena jugada que le dejó prácticamente solo ante Munir. Más tarde Borja Valle tuvo en sus piernas una oportunidad clavada a la de Blanco Leschuk, también en resultado. De esas que no se fallan. Sí terminó de espolear al Dépor, pero el tiempo para poner la puntilla fue insuficiente.
La cosecha acabó con un punto que antes del comienzo del encuentro podía ser considerado como positivo, pero no tras él. Las circunstancias de su consecución dejan sabor agridulce a un Dépor que ahora afrontará tres partidos seguidos en Riazor: Alcorcón, Las Palmas y Almería serán sus rivales en una etapa que, para poder seguir vivos en la lucha, pide solucionar la falta de puntería.
FICHA TÉCNICA
Málaga: Munir; Iván Rodríguez, Diego González, Pau Torres, Ricca; N’Diaye, Dani Pacheco (Renato Santos, min. 78), Keidi, Iván Alejo (Jack Harper, min. 84), Adrián González; Blanco Leschuk (Seleznov, min. 59).
Deportivo: Dani Giménez; Diego Caballo, Domingos Duarte, Pablo Marí, David Simón; Mosquera (Vicente Gómez, min. 68), Álex Bergantiños, Edu Expósito; Borja Valle (Somma, min. 89), Fede Cartabia (Pedro Sánchez, min. 73), Quique.
Árbitro: Gorostegui Fernández, del comité vasco. Mostró tarjeta amarilla a Dani Pacheco, Ricca, Diego González, Keidi y N’Diaye por el Málaga. Por el Deportivo la vieron Álex Bergantiños y Mosquera.
Incidencias: Partido correspondiente a la Jornada 27 de La Liga 1|2|3, disputado en el Estadio de La Rosaleda ante 22.414 espectadores.
